SAÚL CANTORAL NO HA MUERTO
El que no habla a
un hombre
no habla a nadie.
ANTONIO MACHADO
Jamás
dejaste que las palabras o vientos te cerraran los ojos
Ni la tierra
tan hosca como la desesperación de los lobos
Te
entristeciera las manos con las cuales plantabas
en tus minutos de calma
Granadillas
y mangos
Que comías
con tu compañera antes de ir al trabajo
El tiempo
fue una puerta abierta en tu vida
Por eso
nadie pudo entender (a pesar de tu rostro
de campesino sin sueño)
A qué hora
les enseñabas el amor a tus hijos
Y la
felicidad (como un eucalipto) a tus amigos de barrio
Y si bien el
sol no alcanzó la plenitud en tus labios
Poblaste con
estrellas y huelgas los sueños del hombre
Por ello /
cierta noche / cuando nadie te vio
Partir a ese
rincón donde ni siquiera los gorriones existen
La policía
aprovechó para partirte el corazón en infinidad de
pedazos
Cuando te
enterraron una mañana de cardos y lluvia
Crecieron
semillas y vientos como mares humanos
Y nadie pudo
olvidar cuando bailabas huaynitos
en la sencillez de las fiestas
Ni dejar de
repetir lo que tu esposa decía con una fotografía tuya
en el pecho:
"Saúl
Cantoral no ha muerto / vive / como la primavera vive
en los resplandores maravillosos del
alba".
Lima, 1989.
Juan
Cristóbal
Saúl
Cantoral (Ayacucho, 1946-1989)
Secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores
mineros y Metalúrgicos del Perú. Dirigente insobornable y combativo, lideró dos
huelgas de su gremio a fines de los ochenta. El 9 de agosto de 1988, en plena
huelga, fue secuestrado y torturado por paramilitares. Debido a su temple, no
pudieron doblegarlo. Las amenazas del comando Rodrigo Franco contra su vida se
sucedían y finalmente se cumplieron. Fue asesinado el 13 de febrero de 1989. La
dirigente Consuelo García, promotora de la Central de Mujeres Mineras, también
fue secuestrada y asesinada el mismo día.