Yachaq grafiti

Yachaq grafiti

viernes, 17 de junio de 2022

Estela de Sombra

 

El magnífico poeta colombiano, Omar Ardila (Valle de Laboyos, 1975), nos presentará este jueves 23 un nuevo libro. Dejemos que sus palabras como saetas céleres nos ilustren sobre la gestación de esta nueva obra.




 



ESTELA DE SOMBRA

 

La ansiedad por el encerramiento en el primer año de la Peste –versión siglo XXI–, no solo me trajo desolación, impotencia y aislamiento; también me llevó a una situación límite de repensar el lenguaje, de volver sobre los trazos con intención poética y establecer una nueva relación afectiva con ellos. De esa porfía nació la idea de armar una obra conjunta, con cuatro libros precedentes (Alas del viaje en un instante, Corazón de Otoño, Espejos de niebla, Luces sobre las piedras) y uno que luchaba por asomar la cabeza en medio del naufragio. Gracias a la complicidad de Santiago López y su editorial Pie de Monte, hemos logrado que este nuevo proyecto haya tomado cuerpo bajo el título de Estela de Sombra, el que estaba destinado para el libro inédito. Así que ahora podemos tener una versión completa de los poemas que hasta ahora he publicado, los cuales corresponden al lapso de 2005 a 2020.

La impresión del libro se realizó en el Taller G.U.R.R.E, con el apoyo en la composición e impresión tipográfica de LA FULMINE y contó con la edición de Camilo Rico y Santiago López T.     

A continuación comparto unos poemas:

 

De Alas del viaje en un instante (2005)

 

XVII

 

Aun, como ausencia,

la oscuridad acompaña

el vuelo inicial del colibrí.

 

Aun, como presencia,

la luz dibuja

los caminos del abismo.

 

La libertad,

sin puerto y sin refugio,

esquiva la ausencia y la presencia

y se entrega en la boca del poema.

 

De Corazón de Otoño (2010)

 

El lugar de la soledad

 

*

Vino la luna

a conocer mi huerto

lleno de nada.

*

Música roja

en la casa del agua.

Vertieron mi sangre.

*

Brumosa tarde

construyendo caminos.

Viajero sin luz.

*

Silencio pertinaz

exhibiendo las corazas.

Vienen horas aciagas.

*

Cuerpos fatigados por la soledad

devoran el aire

de los tiempos muertos.

*

Viajan las nubes

en los orificios de mi pupila.

Fugaz sueño.

*

Alondra sin nido,

extravió el número de su calle.

Vida de nadie.

*

Cuerpos cansados

de soslayar la luz

ahora ascienden junto al sol.

*

Recuerda noche

la vigilia de la orquídea

y su frágil aroma.

*

Muere el aire

apagando palabras.

Hombre sin sombra.

*

Viento del Sur

aroma de naranjo.

Fugaz ritmo ancestral.

*

El silencio,

ese caudal de gritos

que me acecha.

*

Todas las noches

alguien suelta los sueños

en mi parcela vacía.

*

Busco vestigios

de invierno serpenteando

tus labios.

*

En la noche calmada

me despierta el murmullo

de una gota de agua

*

Miro las sombras

esquivando la noche.

Pierdo el rumbo.

 

De Espejos de niebla (2013)

 

Sociedad mediática

 

Despojada la sonrisa y el abrazo.

Vertido el cuerpo en la oquedad de una pantalla.

La vida como una transparencia de la nada,

como un vicio de sí mismo que se exhibe

y que es narrado por heraldos de la muerte.

 

Dicen que todo pasa.

Aunque ya nada es cierto en este tiempo de los corderos camuflados.

 

De Luces sobre las piedras (2016)

 

Simulaciones

 

Los espejos han perdido el rastro del paraíso;

en su última imagen solo quedan los cuerpos caídos

y un poco del albor que sus palabras anunciaban

desde la silenciosa trinchera.

 

Los espejos vaciaron las miradas,

socavaron los gestos

y ahogaron las rosas que sostenían el poema.

 

Los espejos

simulación de la muerte,

escritura del olvido.

 

De Estela de sombra (2020)

 

Como Dios, el Hombre también ha muerto

 

Es la tristeza un llamado de la luz

que aguarda la corrida del velo.

 

Es el velo la seguridad del misterio

que ronda los cuerpos amantes de la sombra.

 

Es la sombra una esperanza,

un ritual de cada mañana

cuando los pasos se hermanan con el polvo.

 

Es en el polvo donde anidan efímeros conceptos:

el Hombre

y su deshilvanada Imagen.


 



lunes, 6 de junio de 2022

Al Este de la Arcadia

 

NUEVA POESÍA DE

ATE-VITARTE

 

 

 

FRANCISCO LEÓN – JAIME GAMARRA ZAPATA

COMPILADORES






INTRODUCCIÓN

 

La diversidad y la red son signos distintivos de esta época. Las mal llamadas “redes sociales” vienen configurando un nuevo tipo de individuo y de homo videns. El deterioro de la capacidad de abstracción y de crítica de la realidad circundante ya fue señalado por Sartori en su célebre Homo videns. La sociedad teledirigida. La videopolítica y la dictadura de los mass media son tan cercanos a nosotros. Hoy en día el consumidor o usuario es el nuevo oráculo. En Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias, Bauman señala: “En la sociedad de consumidores no tienen cabida los consumidores fallidos, incompletos o frustrados” (p. 27). ¿Y qué nos define como sociedad? Habría que empezar por un ejercicio inverso. Pues, somos la negación de una sociedad verdaderamente democrática y pluralista. De este modo, existen resabios de una sociedad tradicional, muy jerarquizada. Acá un polítiquero millonario y caucásico puede amenazar de muerte a otro politiquero mestizo y serrano sin que ninguna entidad del Estado se pronuncie (llámese Ministerio Público, Defensoría del Pueblo). En este país, no se necesita ser cultivado y estudioso para tener un título de ingeniero: solo cuenta el dinero. Puedes ser millonario y tener un grupo de periódicos a tu disposición. Con la misma línea editorial. Podemos extrapolar esto al campo cultural y al mundillo literario local. ¿Hoy en día necesitas tener talento y buen oído para ser escritor? ¿Debes saber lo necesario de gramática, sintaxis y tener buena ortografía? Reinan la improvisación, el arribismo y el fraude. Como el clientelismo, el patrimonialismo, el centralismo, racismo, etc. son problemas seculares de la estructura básica de la sociedad peruana, es lógico que el campo cultural esté trastocado y viciado por estos mismos males sociales. La literatura oficial tiene sus popes y sus críticos respetables que se dan el lujo de ningunear e invisibilizar con saña y prejuicio. El canon oficial es un reptil antediluviano, por momentos. Surge la imperiosa urgencia de trazarnos un anticanon literario. Asimismo, debemos fomentar la creación de circuitos y redes alternativos y autónomos a las cofradías y mafias literarias enquistadas en el campo cultural.

Hay poetas y promotores culturales en el llamado Cono Este y vienen haciendo un trabajo cultural desde hace algunos años. Viven y escriben desde Ate para el mundo (ventaja de la globalización actual). Hablamos de zonas populosas como Huaycán, Santa Clara, etc. Además, de barrios bohemios como Salamanca de Monterrico. Lima es una ciudad donde se habla quechua y se piccha la sagrada hoja de coca. Nos referimos a nodos descentralizados de circuitos alternativos de poesía. Esta breve muestra de poetas jóvenes de Ate contribuye a descentralizar y democratizar, en cierto modo, el campo literario local. Existen hasta tres estrategias y vertientes poéticas aquí: el diálogo constante y tenso, desde una mirada crítica y descarnada, con el imaginario social (Roque, Medrano, Rojas); el desborde lírico e introspectivo, no exento de fulgor (Calle, Renau, Noriega) y un trabajo más concentrado y condensado, con sorprendentes/envolventes imágenes (Roman, García, Tikona, Gonzales).

Atento lector, juzgue por su cuenta y en total libertad.

 

Jaime Gamarra Zapata (compilador)




Ronald D. Roque (Lima, 1993): Perteneció al colectivo poético Plumas de Fuego desde donde realizó actividades en el Centro Cultural de Ate y ha coorganizado eventos junto al colectivo literario de Chosica Extirpe Etérea. También ha escrito en diversas revistas y fundó el colectivo de arte Tugurio. Actualmente es bachiller en Sociología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Sin embargo, se siente mejor realizando actividades fuera de la academia de los claustros universitarios.

 

 

 

 

IRSE

 

Si algún día me voy

No me habré ido

Estaré en tu puño izquierdo

En tu ala rota

En tu vientre vacío

Siénteme, querida

Como se siente un buen beso de la muerte

Cuando por las noches no puedes dormir

Y el pecho aprieta de angustia

Y las ojeras te pesan de pena

Y tus ojos lloran polvo de estrellas

Calma, querida, que yo nunca me fui

Y si algún día me voy

No me habré ido

Estaré en la resistencia de tus átomos

Por existir

En el caos de los colores que te pinta mi ausencia

En tu sangre roja

En tu lengua eterna

En tu sombra negra

La vida es lucha, compañera

Y ya no hay tiempo para más

Siénteme

Como se siente el olor a vinagre en las protestas

Y entonces

Alza tu puño izquierdo

Teje tu ala rota

Y llena tu vientre vacío

De rebeldía y mariposas

 

AMANDA EN EL S. XXI

 

In memoriam Alexandra, trabajadora que perdió la vida dentro de un McDonald´s.

 

I

Te recuerdo, Alexandra

El piso mojado

Estando en la fábrica

Donde trabajabas con él

Con él, con él

Son cinco minutos

La vida es eterna en cinco minutos

Suena la sirena

De la ambulancia

Todos de vuelta al trabajo

Y tú en amarillo

Lo iluminas todo

Los cinco minutos

Te hacen fenecer

Florecer.

 

II

¡Oh Alexandra!

Me pregunto dónde estarás

Quizá en algún paraíso

Rodeada de ángeles y querubines

Fabricados en Taiwán

Porque es literal, Alexandra

La mano de obra es barata

De aquí hasta la China

De Europa hasta la India

Si supieras, entonces

Que los que nos encontramos

De este lado de la vida

También tenemos precio

Y una marca enorme en nuestras frentes

que señala: “Made in Tacora”.

 

III

¡Ay Alexandra!

Mi bella Amanda del s. XXI

Quizá, el morir, sea para los parias

Un suspiro, un bello florecer

Y a lo mejor, al abrir tus ojos

Amaneciste en algún lugar primaveral

Uno lleno de dalias y cerezos

Lejos, muy lejos de esta realidad

Donde nuestras vidas valen ripios por minuto.

 

IV

Dónde estarás, mi bella Amanda

Me gustaría decir que te espero

A orillas de la Costa Verde

Pero aquí donde vivo solo hay cerros

Postes llenos de cables

Y escaleras amarillas como la política

Seguiré esperándote

Entre esta gente que descansa solo los domingos

Aquí, desde esta altura

Entre estas casas de ladrillos sin tarrajear

Viendo cómo se consume mi cigarrillo

Así como nuestras vidas.

 

 



Óscar Calle Elescano (Lima, 1983): Docente y escritor. Estudió Educación Primaria en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle - La Cantuta y Antropología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Publicó el poemario Retazos en el 2020. Sus cuentos han sido publicados en diferentes antologías literarias de Perú, Chile, Argentina, Bolivia y Reino Unido. Investiga temas relacionados a la lectura y literatura infantil, también temas sobre antropología de la educación y antropología urbana. Su primer libro de cuentos será publicado este 2022. Radica en Huaycán.

 

 

 

 

BAILEMOS UNA BALADA

 

¿Alguna vez bailamos?

Qué tanto hemos perdido

Qué poco llegamos a amarnos,

qué poco hemos vivido.

Todo por no hacer lo que hacen los

enamorados el primer mes.

¡No hemos bailado una balada!

cambio todas las veces que hicimos el amor

por bailar una balada contigo, mi mal amor,

Mi amor de ayer, de antes de ayer…


HABLEMOS DE BESOS

 

¿Cuál fue nuestra primera plática?

Soñamos besos, deseamos besos,

construimos besos, traicionamos besos,

aplacamos besos,

y, sin embargo, mi primer contacto fue con tu mejilla,

supongo que fue una premonición.

 

Hablemos de besos. ¿Crees que ya es hora?

Dicen que la única manera de llenar el incómodo silencio es a través de un beso,

si supieras que en cada lugar que te imaginaba yo ya te había besado.

¿Sentiste cuando te besé en los jardines? ¿En las escaleras llenas de girasoles en Chosica?

¿Sentiste cuando te besé en el Chosicano? ¿Lo recuerdas?

¿Recuerdas las luces?, el río, las casitas, cerros y más cerros, paraderos y más paraderos…

Yo ya te había besado antes, pero tú solo recuerdas el primero beso,

Y yo solo recuerdo el último, supongo que también fue una premonición.


Jhocer Gonzales (Pariachi, 1996): Es profesor, poeta y editor de la revista Canto General. Maestrando en Educación: Pedagogías críticas y problemáticas socioeducativas en la UBA, y licenciado en Literatura y lengua española por la UNE-La Cantuta. Además, cuenta con una diplomatura en Corrección de textos por la UNCuyo.

Ha fundado el grupo literario Estirpe Etérea; asimismo, el colectivo interdisciplinario Plumas de Fuego. Es diseñador educativo en el Laboratorio de Vanguardia Pedagógica Peruana. También publicó el libro: Las artes del lenguaje. Claves poético-político-pedagógicas (2022) y el poemario Mi lu (2022). Actualmente, investiga sobre las pedagogías de la praxis artístico-humanista, a partir de protestas, propuestas y procesos educativos peruanos.

 

 

 

 

La vida

 

Agónica está la novia,

agónica está la vida.

 

El poeta besa ese vientre y sorbe el suplicio,

armoniza los alaridos obscuros.

Y a la altura de sus ojos, acallándose,

ella susurra su nombre,

él solo la escucha cruzar el puente de los dioses.

 

Posible suicidio azul –presiente en soledad–,

el perdido viaje hacia el origen.

¿Reencuentro inesperado

o envejecimiento a prisa?

 

Decide hacerse más preguntas

y converge con un lector en la hora insustituible.

 

De algo ha servido la exploración de los paraísos,

este es el amanecer de la luz general.

 

 

 

 

 

 

 

 

Hojas de mar

 

El mar ha descendido,

entonces, ¿dónde está el intraducible verso?

 

Hay ligeros signos

en la playa amada.

 

¿El poeta está en la arena

o en las hojas

raras,

escasas,

celestes?

 

Protegida por olas del mar

se avizora una pequeña isla,

la comarca de los heterónimos.

 

Ahí el poeta

busca rediseñarse,

regenerando sus formas,

trazando

dentro del cuadrado un nuevo círculo infinito.



Raúl Tikona (Puno, 1989): Es educador, egresado de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. Editor de la revista Canto General; además, es autor del poemario Asiento reservado (Lima, 2021). Radica en Huaycán.

 

 

 

 

| DANIEL ALEGRÍA RUEDA |

 

—Me dan ganas de quitarle el aire a la tristeza—

 

Si juegas de defensa, busca al niño de este poema

 

 

 

Hay días en que la alegría llega a casa

como un balón pateado a la tribuna del estadio

en un partido de segunda división.

 

¡Ay, la alegría!

 

Cómo me gustaría pararla de pechito

y repartirla de taquito;

jugar con ella en mi canchita de arena.

 

Hay días en que me dan ganas de sentarme en occidente

y no puedo, tengo que ofrecer mis bolsas con canchita

ante la mirada gélida de la gente.

 

Me dan ganas de quitarle el aire a la tristeza;

me dan ganas de ser persona; en serio, cansa ser balón.

¡Por mi mare!, me dan ganas de sacarme una tarjeta roja.

 

Me dan ganas de ya no mencionar “me dan ganas”,

pues le tengo harta hambre a la tristeza

que se ha comido la tilde de mi alegría.

 

 

 

 

 

| LOLA MENTO DÍAZ |

 

—Asiento reservado—

 

A veces tienes que recetarle un somnífero a tu dolor

 

 

 

Esta noche me ha llegado tu voz

como el recibo que no sé cómo pagar.

 

Siéntate y descansa en el asiento reservado.

Levántate y desciende justo en la esquina.

 

Sumérgete y examina los pasajes angostos de tu alma,

comienza a sacarle el ancho a la soledad.

 

Olvida ese único abrazo que recibiste el treinta de febrero

cuando cumpliste quince años de andar sola,

 

quince años desde que tu muñeca trató de peinarte los cabellos,

quince años de esperar el beso de papá bajo el árbol navideño,

 

quince años de sembrar caramelos verdes debajo de tu almohada,

quince años preparando una torta llena de lisuras,

 

quince años, veinte años muriéndote por vivir.

 

 

Vanessa Medrano Díaz (Lima, 1989): Administradora de empresas especialista en marketing. Ha llevado cursos de bellas artes, diseño, maquillaje, filosofía económica y economía ambiental. Trabajó en organización de eventos. En la actualidad administra una de las más importantes tiendas de ciclismo urbano.

 

 

 

 

S/T

The poet is a priest  of the invisible

Wallace Stevens

 

¡Oh, Liliana!, ¿Te acuerdas del piso marrón claro de la tienda?

Los días eran cálidos y la ciudad de arcoíris hacía que los pasos floten

Al andar.

La cajita de cristal traía risas en las mañanas y melodías subversivas

Que no eran más que diversión.

Liliana, cómo no pensábamos en un futuro de rostros tapados e

Incertidumbres económicas

De lutos impunes y oxígeno medicinal.

Lo único que importaba era la burbuja de sol en el barrio, donde todo

Huele a hierbas, donde el menú del día nos dejaba el sabor de la seguridad

Y la paciencia permitía tolerar problemas absurdos de clientes perdidos

Que buscan psicoterapias a diario dentro de sus ganas de charlar.

Liliana, qué suerte tuvimos antes y me temo decir qué suerte tenemos ahora

Porque el futuro no promete un desligue de preocupaciones

Y en algún tiempo estaré diciéndote: ¡oh, Liliana”, te acuerdas cuando

cambiaron el piso marrón claro por cemento oscuro allí en la tienda y

empezábamos a usar la mascarilla y el protector facial…

 

 

 

Y TÚ QUÉ PIENSAS…

 

El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan

Karl Marx

 

¿Y tú qué piensas?

¿Que porque pagas mis horas con el

dinero de la gente eres el dueño de mi

tiempo y mis desvelos?

 

¿Que porque tienes un puesto

rimbombante y un gafete eres el templo

donde rezo por mis sueños?

 

Estoy por fuera del alcance de tus

tentáculos arrogantes y tu miseria

vespertina

 

Pero sueña...

Sueña con mi camiseta puesta mientras

yo voy soltando los grilletes de mis

piernas.

 

Tu poder no es perpetuo mientras

tenga en claro que soy la jefa de mis

ideas.

 

Sueña que me tienes en tus manos

por haber metido una oficina en mi comedor.

 

Embriágate con la idea de que somos una

familia,

para no pagar horas extras ni

compensación alguna.

 

Que al mismo tiempo en que ajustas la

cadena con una sonrisa absurda

vas dándole vueltas a tu cuello con la soga

que teje tu maldición.

 

 

Margaret Roman Oyanguren (Lima, 1997): Estudió Literatura y Lengua en la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle. Colaboradora de la revista literaria Canto General. Sus poemas aparecen en diversos blogs de poesía como Korriente A, etc. Cultiva las artes marciales y obtuvo el segundo puesto en el concurso de poesía del XIII Congreso Nacional Lingüístico Literario (Ica). Ha publicado el libro Noctámzul (2016).

 

 

 

 

INSTANTE

 

Ondea el agua en medio de sus ecos,

el cielo se camufla vagamente en sus cristales.

Serenidad acuífera, húmeda, translúcida… Eternidad.

Los patos silvestres silenciosos se esconden en sus plumas de grafito

y navegan como balsas en el estanque

sin tinta ni relojes hacia lo indefinido,

hacia lo inexorable.

 

(Publicado en Noctámzul, Lima, 2016).


FANTASÍA DE INVIERNO

 

El viento sensitivo, helado y silencioso

cual susurro de nubecillas de algodón

va erizando el azul prodigioso

y va apagando los rayos de sol.

 

Un soplo de escarcha va y viene cadencioso

entre suspiro y suspiro, un sueño ideal.

¿Alguien solloza en el cielo brumoso?

No lágrimas, sino perlas de mar.

 

Un beso de cristal se quiebra en mis mejillas,

en mis manos se deshace un copo de paz.

Veo brillar la nívea fantasía

alzo los brazos y me echo a volar.

 

(Publicado en Noctámzul, Lima, 2016).

 

 


 

 

Gary Rojas Corrales (Arequipa, 1984): Estudió Derecho en la Universidad de San Martín de Porres y Comunicación en la Universidad Nacional de San Marcos. Ha publicado en fanzines y periódicos contestatarios como Humanidad, Anarkopoiesis, entre otros.

 

 UNO

 

Ayer en la facultad deseaba con locura tu lucia piel de alabastro. Ya en clase, no escuchaba al espigado catedrático que disertaba sobre la Guerra en Irak. Solo deseaba escaparme contigo y oler tu piel perfumada. Náyade perversa. Cuando estamos los dos solos en la habitación, te complaces en provocarme. Súbitamente me sales con el rol de niña idiota y engreída. Yo enmudezco y mis manos tratan vanamente de excitarte. Eso es siempre así. Maldigo mi suerte de equino distraído y me resigno a esperar tu cambio de papel. Lentamente demudas y respondes a mis caricias. Luna en Apogeo. Sara, you’re the poet in my heart. Never change, never stop. Busco el control remoto y hago zapping. Sé que te encanta Fleetwood Mac. No quiero que te desconcentres. Puro egoísmo, lo sé; pero sabré congraciarme contigo cuando demude en serpiente y me deslice lento por tu espalda caliente con mi lengua bífida…

 

Irrumación perfecta a las 15h28m. Un mantra nos envuelve grácilmente como si fuéramos dos  minúsculos abrojos. Mi sukra[1] fue libado en Cuarto Creciente. Tus labios rezuman un licor fragante y mi pubis se contrae como flor nocturna...

 

 

Jhonatan Noriega (Loreto, comunidad de San José de Parinari, 2000): Es poeta, editor, ilustrador y pintor. El 2019 el Instituto Cultural Iberoamericano le incluyó en su antología de poesía La palabra provocada. Su obra es publicada en blogs, revistas y antologías nacionales e internacionales. Organizó la antología de poesía amazónica Voces del río. Publica artículos en la revista Alma América, de España.

 

 

 

 

CUANDO LA TARDE TIENE ALGO DE SINIESTRO

 

Para Taly Flores

Cuando la tarde

  tiene algo de siniestro

     quiero salir del mundo

        y hablar toda la noche.

 

Hablar con los ojos

   cerrados

      sobre el insomnio

         y de las letras sobre el árbol

             o el árbol sobre las

              letras.

 

Cuando la tarde

  tiene algo de siniestro

     quiero salir corriendo …

         cansarme,

          regresar

y beber el rocío de los prados.

 

… después sentarme en una mirada …

… allá a lo lejos se escucha la risa de los cuervos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PETICIÓN

Para Yomira

 

Dejad que muera en este cuarto desolado.

 

En el cajón donde florece la locura

hay papeles viejos

 y una pluma

con los que voy a escribir el

poema más triste de la historia.

 

Dejad que muera en este cuarto desolado.

 

En mi cuerpo tengo tatuado al dolor universal

 con tinte negro de guitarra

para que todos sepan que soy poeta.

Mi verso es la ráfaga de orejas

que retumban

sobre los sonidos muertos.

 

Dejad que muera en este cuarto desolado.

 

Un día de estos

mis versos

se volverán cuervos

y volarán hasta matarse.

 

Renau (Arequipa, 1994): Poeta, técnico de sistemas y performer. Ha publicado sus poemas en fanzines y revistas como Agujero Negro, etc. Vive en la asociación de vivienda Santa Rosa de Valle Grande.

 

 

 

 

8° VASO

 

Cuando te besé sentí cómo juntaste mis átomos y los elevaste al infinito, tú y yo, somos un verso, unidos piel con piel. Desencajaste el mundo, me pusiste de pie, ante un precipicio y pude encontrar el equilibrio, tú: perfecto amor y locura, tú: insensatez y desvío. Adentraste tu lengua y palpando mi ser, mi sangre y mis moléculas me hiciste ver. Armaste el momento ideal destrozando la poesía, la lírica, la filosofía, la física, la cuántica... lo pusiste todo en un rincón y te alzaste, como mi panacea de amor.

 

 

 

 

S/T

 

Siento tus rosas, su aroma me toca, en calma que arrulla, cojo tus manos, te hablo de misterios. Sosiego que se adentra, sobre un cuerpo en espera, tú, eres luz de luna, voz de quimeras, cuento encantado, canción de sirena. Tu piel descubro quitándote el vestido, sostenida de mis hombros el tacto te tiem-bla. ¡Inquieta! labios te recorren y no sabes qué hacer, delirios de ensueño acontecen, recitales se incendian, deseos agitados van cambiando de estado. En el pasadizo de unos cuartos gemidos se oyen en notas SOL, LA y SI.

 

 

S/T

 

Quiero hablar de tu mirada, de cómo eclipsas al sol cuando te asomas por una ventana.

 

 


 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] Voz sánscrita que se refiere al semen.