NUEVA POESÍA DE
ATE-VITARTE
FRANCISCO LEÓN – JAIME GAMARRA ZAPATA
COMPILADORES
INTRODUCCIÓN
La diversidad y la red son signos distintivos de
esta época. Las mal llamadas “redes sociales” vienen configurando un nuevo tipo
de individuo y de homo videns. El
deterioro de la capacidad de abstracción y de crítica de la realidad
circundante ya fue señalado por Sartori en su célebre Homo videns. La sociedad teledirigida. La videopolítica y la
dictadura de los mass media son tan cercanos a nosotros. Hoy en día el
consumidor o usuario es el nuevo oráculo. En Vidas desperdiciadas. La
modernidad y sus parias, Bauman
señala: “En la sociedad de consumidores no tienen cabida los consumidores
fallidos, incompletos o frustrados” (p. 27). ¿Y qué nos define como sociedad?
Habría que empezar por un ejercicio inverso. Pues, somos la negación de una
sociedad verdaderamente democrática y pluralista. De este modo, existen
resabios de una sociedad tradicional, muy jerarquizada. Acá un polítiquero millonario
y caucásico puede amenazar de muerte a otro politiquero mestizo y serrano sin
que ninguna entidad del Estado se pronuncie (llámese Ministerio Público,
Defensoría del Pueblo). En este país, no se necesita ser cultivado y estudioso
para tener un título de ingeniero: solo cuenta el dinero. Puedes ser millonario
y tener un grupo de periódicos a tu disposición. Con la misma línea editorial.
Podemos extrapolar esto al campo cultural y al mundillo literario local. ¿Hoy
en día necesitas tener talento y buen oído para ser escritor? ¿Debes saber lo
necesario de gramática, sintaxis y tener buena ortografía? Reinan la
improvisación, el arribismo y el fraude. Como el clientelismo, el
patrimonialismo, el centralismo, racismo, etc. son problemas seculares de la estructura
básica de la sociedad peruana, es lógico que el campo cultural esté trastocado
y viciado por estos mismos males sociales. La literatura oficial tiene sus
popes y sus críticos respetables que se dan el lujo de ningunear e
invisibilizar con saña y prejuicio. El canon oficial es un reptil
antediluviano, por momentos. Surge la imperiosa urgencia de trazarnos un
anticanon literario. Asimismo, debemos fomentar la creación de circuitos y
redes alternativos y autónomos a las cofradías y mafias literarias enquistadas
en el campo cultural.
Hay poetas y promotores culturales en el llamado
Cono Este y vienen haciendo un trabajo cultural desde hace algunos años. Viven
y escriben desde Ate para el mundo (ventaja de la globalización actual).
Hablamos de zonas populosas como Huaycán, Santa Clara, etc. Además, de barrios
bohemios como Salamanca de Monterrico. Lima es una ciudad donde se habla
quechua y se piccha la sagrada hoja de coca. Nos referimos a nodos
descentralizados de circuitos alternativos de poesía. Esta breve muestra de
poetas jóvenes de Ate contribuye a descentralizar y democratizar, en cierto
modo, el campo literario local. Existen hasta tres estrategias y vertientes
poéticas aquí: el diálogo constante y tenso, desde una mirada crítica y
descarnada, con el imaginario social (Roque, Medrano, Rojas); el desborde
lírico e introspectivo, no exento de fulgor (Calle, Renau, Noriega) y un
trabajo más concentrado y condensado, con sorprendentes/envolventes imágenes
(Roman, García, Tikona, Gonzales).
Atento lector, juzgue por su cuenta y en total
libertad.
Jaime
Gamarra Zapata (compilador)
Ronald D. Roque (Lima, 1993):
Perteneció al colectivo poético Plumas de Fuego desde donde realizó actividades
en el Centro Cultural de Ate y ha coorganizado eventos junto al colectivo
literario de Chosica Extirpe Etérea. También ha escrito en diversas revistas y
fundó el colectivo de arte Tugurio. Actualmente es bachiller en Sociología de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Sin embargo, se siente mejor
realizando actividades fuera de la academia de los claustros universitarios.
IRSE
Si algún día me voy
No me habré ido
Estaré en tu puño izquierdo
En tu ala rota
En tu vientre vacío
Siénteme, querida
Como se siente un buen beso de la
muerte
Cuando por las noches no puedes
dormir
Y el pecho aprieta de angustia
Y las ojeras te pesan de pena
Y tus ojos lloran polvo de estrellas
Calma, querida, que yo nunca me fui
Y si algún día me voy
No me habré ido
Estaré en la resistencia de tus
átomos
Por existir
En el caos de los colores que te
pinta mi ausencia
En tu sangre roja
En tu lengua eterna
En tu sombra negra
La vida es lucha, compañera
Y ya no hay tiempo para más
Siénteme
Como se siente el olor a vinagre en
las protestas
Y entonces
Alza tu puño izquierdo
Teje tu ala rota
Y llena tu vientre vacío
De rebeldía y mariposas
AMANDA EN EL S. XXI
In memoriam Alexandra, trabajadora que
perdió la vida dentro de un McDonald´s.
I
Te recuerdo, Alexandra
El piso mojado
Estando en la fábrica
Donde trabajabas con él
Con él, con él
Son cinco minutos
La vida es eterna en cinco minutos
Suena la sirena
De la ambulancia
Todos de vuelta al trabajo
Y tú en amarillo
Lo iluminas todo
Los cinco minutos
Te hacen fenecer
Florecer.
II
¡Oh Alexandra!
Me pregunto dónde estarás
Quizá en algún paraíso
Rodeada de ángeles y querubines
Fabricados en Taiwán
Porque es literal, Alexandra
La mano de obra es barata
De aquí hasta la China
De Europa hasta la India
Si supieras, entonces
Que los que nos encontramos
De este lado de la vida
También tenemos precio
Y una marca enorme en nuestras
frentes
que señala: “Made in Tacora”.
III
¡Ay Alexandra!
Mi bella Amanda del s. XXI
Quizá, el morir, sea para los
parias
Un suspiro, un bello florecer
Y a lo mejor, al abrir tus ojos
Amaneciste en algún lugar
primaveral
Uno lleno de dalias y cerezos
Lejos, muy lejos de esta realidad
Donde nuestras vidas valen ripios
por minuto.
IV
Dónde estarás, mi bella Amanda
Me gustaría decir que te espero
A orillas de la Costa Verde
Pero aquí donde vivo solo hay
cerros
Postes llenos de cables
Y escaleras amarillas como la
política
Seguiré esperándote
Entre esta gente que descansa solo
los domingos
Aquí, desde esta altura
Entre estas casas de ladrillos sin
tarrajear
Viendo cómo se consume mi
cigarrillo
Así como nuestras vidas.
Óscar Calle
Elescano (Lima, 1983): Docente y escritor. Estudió Educación Primaria en
la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle - La Cantuta y
Antropología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Publicó el
poemario Retazos en el 2020. Sus
cuentos han sido publicados en diferentes antologías literarias de Perú, Chile,
Argentina, Bolivia y Reino Unido. Investiga temas relacionados a la lectura y
literatura infantil, también temas sobre antropología de la educación y
antropología urbana. Su primer libro de cuentos será publicado este 2022.
Radica en Huaycán.
BAILEMOS
UNA BALADA
¿Alguna vez bailamos?
Qué tanto hemos perdido
Qué poco llegamos a amarnos,
qué poco hemos vivido.
Todo por no hacer lo que hacen los
enamorados el primer mes.
¡No hemos bailado una balada!
cambio todas las veces que hicimos el amor
por bailar una balada contigo, mi mal amor,
Mi amor de ayer, de antes de ayer…
HABLEMOS DE
BESOS
¿Cuál fue nuestra primera plática?
Soñamos besos, deseamos besos,
construimos besos, traicionamos besos,
aplacamos besos,
y, sin embargo, mi primer contacto fue con tu
mejilla,
supongo que fue una premonición.
Hablemos de besos. ¿Crees que ya es hora?
Dicen que la única manera de llenar el incómodo
silencio es a través de un beso,
si supieras que en cada lugar que te imaginaba
yo ya te había besado.
¿Sentiste cuando te besé en los jardines? ¿En
las escaleras llenas de girasoles en Chosica?
¿Sentiste cuando te besé en el Chosicano? ¿Lo
recuerdas?
¿Recuerdas las luces?, el río, las casitas,
cerros y más cerros, paraderos y más paraderos…
Yo ya te había besado antes, pero tú solo
recuerdas el primero beso,
Y yo solo recuerdo el último, supongo que
también fue una premonición.
Jhocer Gonzales (Pariachi, 1996): Es
profesor, poeta y editor de la revista Canto
General. Maestrando en Educación: Pedagogías críticas y problemáticas
socioeducativas en la UBA, y licenciado en Literatura y lengua española por la
UNE-La Cantuta. Además, cuenta con una diplomatura en Corrección de textos por
la UNCuyo.
Ha fundado el grupo literario Estirpe
Etérea; asimismo, el colectivo interdisciplinario Plumas de Fuego. Es diseñador
educativo en el Laboratorio de Vanguardia Pedagógica Peruana. También publicó
el libro: Las artes del lenguaje. Claves
poético-político-pedagógicas (2022) y el poemario Mi lu (2022). Actualmente, investiga sobre las pedagogías de la
praxis artístico-humanista, a partir de protestas, propuestas y procesos
educativos peruanos.
La vida
Agónica está la novia,
agónica está la vida.
El poeta besa ese vientre y sorbe el
suplicio,
armoniza los alaridos obscuros.
Y a la altura de sus ojos, acallándose,
ella susurra su nombre,
él solo la escucha cruzar el puente de
los dioses.
Posible suicidio azul –presiente en
soledad–,
el perdido viaje hacia el origen.
¿Reencuentro inesperado
o envejecimiento a prisa?
Decide hacerse más preguntas
y converge con un lector en la hora
insustituible.
De algo ha servido la exploración de
los paraísos,
este es el amanecer de la luz general.
Hojas de mar
El mar ha descendido,
entonces, ¿dónde está el intraducible
verso?
Hay ligeros signos
en la playa amada.
¿El poeta está en la arena
o en las hojas
raras,
escasas,
celestes?
Protegida por olas del mar
se avizora una pequeña isla,
la comarca de los heterónimos.
Ahí el poeta
busca rediseñarse,
regenerando sus formas,
trazando
dentro del cuadrado un nuevo círculo
infinito.
Raúl Tikona (Puno, 1989): Es educador, egresado de la Universidad
Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. Editor de la revista Canto General; además, es autor del
poemario Asiento reservado (Lima,
2021). Radica en Huaycán.
| DANIEL ALEGRÍA RUEDA |
—Me dan ganas de quitarle el aire a la
tristeza—
Si juegas de defensa, busca al niño de este
poema
Hay días en que la alegría llega a
casa
como un balón pateado a la tribuna del
estadio
en un partido de segunda división.
¡Ay, la alegría!
Cómo me gustaría pararla de pechito
y repartirla de taquito;
jugar con ella en mi canchita de
arena.
Hay días en que me dan ganas de
sentarme en occidente
y no puedo, tengo que ofrecer mis
bolsas con canchita
ante la mirada gélida de la gente.
Me dan ganas de quitarle el aire a la
tristeza;
me dan ganas de ser persona; en serio,
cansa ser balón.
¡Por mi mare!, me dan ganas de sacarme
una tarjeta roja.
Me dan ganas de ya no mencionar “me
dan ganas”,
pues le tengo harta hambre a la tristeza
que se ha comido la tilde de mi
alegría.
| LOLA MENTO DÍAZ |
—Asiento reservado—
A veces tienes que recetarle un somnífero a tu
dolor
Esta noche me ha llegado tu voz
como el recibo que no sé cómo pagar.
Siéntate y descansa en el asiento
reservado.
Levántate y desciende justo en la
esquina.
Sumérgete y examina los pasajes
angostos de tu alma,
comienza a sacarle el ancho a la
soledad.
Olvida ese único abrazo que recibiste
el treinta de febrero
cuando cumpliste quince años de andar
sola,
quince años desde que tu muñeca trató
de peinarte los cabellos,
quince años de esperar el beso de papá
bajo el árbol navideño,
quince años de sembrar caramelos
verdes debajo de tu almohada,
quince años preparando una torta llena
de lisuras,
quince años,
veinte años muriéndote por vivir.
Vanessa Medrano Díaz (Lima,
1989): Administradora de empresas especialista en marketing. Ha llevado cursos de bellas artes, diseño, maquillaje,
filosofía económica y economía ambiental. Trabajó en organización de eventos.
En la actualidad administra una de las más importantes tiendas de ciclismo
urbano.
S/T
The poet is a priest of the invisible
Wallace Stevens
¡Oh, Liliana!, ¿Te acuerdas del
piso marrón claro de la tienda?
Los días eran cálidos y la ciudad
de arcoíris hacía que los pasos floten
Al andar.
La cajita de cristal traía risas en
las mañanas y melodías subversivas
Que no eran más que diversión.
Liliana, cómo no pensábamos en un
futuro de rostros tapados e
Incertidumbres económicas
De lutos impunes y oxígeno
medicinal.
Lo único que importaba era la
burbuja de sol en el barrio, donde todo
Huele a hierbas, donde el menú del
día nos dejaba el sabor de la seguridad
Y la paciencia permitía tolerar
problemas absurdos de clientes perdidos
Que buscan psicoterapias a diario
dentro de sus ganas de charlar.
Liliana, qué suerte tuvimos antes y
me temo decir qué suerte tenemos ahora
Porque el futuro no promete un
desligue de preocupaciones
Y en algún tiempo estaré
diciéndote: ¡oh, Liliana”, te acuerdas cuando
cambiaron el piso marrón claro por
cemento oscuro allí en la tienda y
empezábamos a usar la mascarilla y
el protector facial…
Y TÚ QUÉ PIENSAS…
El obrero tiene
más necesidad de respeto que
de pan
Karl Marx
¿Y tú qué piensas?
¿Que porque pagas mis horas con el
dinero de la gente eres el dueño de
mi
tiempo y mis desvelos?
¿Que porque tienes un puesto
rimbombante y un gafete eres el
templo
donde rezo por mis sueños?
Estoy por fuera del alcance de tus
tentáculos arrogantes y tu miseria
vespertina
Pero sueña...
Sueña con mi camiseta puesta
mientras
yo voy soltando los grilletes de
mis
piernas.
Tu poder no es perpetuo mientras
tenga en claro que soy la jefa de mis
ideas.
Sueña que me tienes en tus manos
por haber metido una oficina en mi
comedor.
Embriágate con la idea de que somos
una
familia,
para no pagar horas extras ni
compensación alguna.
Que al mismo tiempo en que ajustas
la
cadena con una sonrisa absurda
vas dándole vueltas a tu cuello con
la soga
que teje tu maldición.
Margaret
Roman Oyanguren (Lima, 1997): Estudió Literatura y Lengua en la
Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle. Colaboradora de la revista
literaria Canto General. Sus poemas
aparecen en diversos blogs de poesía como Korriente A, etc. Cultiva las artes
marciales y obtuvo el segundo puesto en el concurso de poesía del XIII Congreso
Nacional Lingüístico Literario (Ica). Ha publicado el libro Noctámzul (2016).
INSTANTE
Ondea
el agua en medio de sus ecos,
el
cielo se camufla vagamente en sus cristales.
Serenidad
acuífera, húmeda, translúcida… Eternidad.
Los
patos silvestres silenciosos se esconden en sus plumas de grafito
y
navegan como balsas en el estanque
sin
tinta ni relojes hacia lo indefinido,
hacia
lo inexorable.
(Publicado en Noctámzul, Lima, 2016).
FANTASÍA DE INVIERNO
El
viento sensitivo, helado y silencioso
cual
susurro de nubecillas de algodón
va
erizando el azul prodigioso
y
va apagando los rayos de sol.
Un
soplo de escarcha va y viene cadencioso
entre
suspiro y suspiro, un sueño ideal.
¿Alguien
solloza en el cielo brumoso?
No
lágrimas, sino perlas de mar.
Un
beso de cristal se quiebra en mis mejillas,
en
mis manos se deshace un copo de paz.
Veo
brillar la nívea fantasía
alzo
los brazos y me echo a volar.
(Publicado en Noctámzul, Lima, 2016).
Gary Rojas Corrales (Arequipa,
1984): Estudió Derecho en la Universidad de San Martín de Porres y
Comunicación en la Universidad Nacional de San Marcos. Ha publicado en fanzines
y periódicos contestatarios como Humanidad,
Anarkopoiesis, entre otros.
UNO
Ayer en la facultad deseaba con locura tu lucia piel de alabastro. Ya en
clase, no escuchaba al espigado catedrático que disertaba sobre la Guerra en
Irak. Solo deseaba escaparme contigo y oler tu piel perfumada. Náyade perversa.
Cuando estamos los dos solos en la habitación, te complaces en provocarme.
Súbitamente me sales con el rol de niña idiota y engreída. Yo enmudezco y mis
manos tratan vanamente de excitarte. Eso es siempre así. Maldigo mi suerte de
equino distraído y me resigno a esperar tu cambio de papel. Lentamente demudas
y respondes a mis caricias. Luna en Apogeo. Sara, you’re the poet in my
heart. Never change, never stop. Busco el control remoto y hago zapping. Sé que te encanta Fleetwood Mac. No quiero que te
desconcentres. Puro egoísmo, lo sé; pero sabré congraciarme contigo cuando
demude en serpiente y me deslice lento por tu espalda caliente con mi lengua
bífida…
Irrumación perfecta a las 15h28m. Un mantra nos envuelve grácilmente como
si fuéramos dos minúsculos abrojos. Mi
sukra[1]
fue libado en Cuarto Creciente. Tus labios rezuman un licor fragante y mi pubis
se contrae como flor nocturna...
Jhonatan Noriega (Loreto,
comunidad de San José de Parinari, 2000): Es poeta, editor, ilustrador y
pintor. El 2019 el Instituto Cultural Iberoamericano le incluyó en su antología
de poesía La palabra provocada. Su
obra es publicada en blogs, revistas y antologías nacionales e internacionales.
Organizó la antología de poesía amazónica Voces
del río. Publica artículos en la revista Alma América, de España.
CUANDO LA TARDE TIENE ALGO DE
SINIESTRO
Para Taly Flores
Cuando la tarde
tiene algo de siniestro
quiero salir del mundo
y hablar toda la noche.
Hablar con los ojos
cerrados
sobre el insomnio
y de las letras sobre el árbol
o el árbol sobre las
letras.
Cuando la tarde
tiene algo de siniestro
quiero salir corriendo …
cansarme,
regresar
y beber el rocío de los prados.
… después sentarme en una mirada …
… allá a lo lejos se escucha la
risa de los cuervos.
PETICIÓN
Para Yomira
Dejad que muera en este cuarto
desolado.
En el cajón donde florece la locura
hay papeles viejos
y una pluma
con los que voy a escribir el
poema más triste de la historia.
Dejad que muera en este cuarto
desolado.
En mi cuerpo tengo tatuado al dolor
universal
con tinte negro de guitarra
para que todos sepan que soy poeta.
Mi verso es la ráfaga de orejas
que retumban
sobre los sonidos muertos.
Dejad que muera en este cuarto
desolado.
Un día de estos
mis versos
se volverán cuervos
y volarán hasta matarse.
Renau (Arequipa, 1994): Poeta, técnico de sistemas y performer. Ha publicado sus poemas en
fanzines y revistas como Agujero Negro,
etc. Vive en la asociación de vivienda Santa Rosa de Valle Grande.
8° VASO
Cuando te besé sentí cómo juntaste mis átomos y los elevaste al infinito,
tú y yo, somos un verso, unidos piel con piel. Desencajaste el mundo, me
pusiste de pie, ante un precipicio y pude encontrar el equilibrio, tú: perfecto
amor y locura, tú: insensatez y desvío. Adentraste tu lengua y palpando mi ser,
mi sangre y mis moléculas me hiciste ver. Armaste el momento ideal destrozando
la poesía, la lírica, la filosofía, la física, la cuántica... lo pusiste todo
en un rincón y te alzaste, como mi panacea de amor.
S/T
Siento tus rosas, su aroma me toca, en calma que arrulla, cojo tus manos,
te hablo de misterios. Sosiego que se adentra, sobre un cuerpo en espera, tú,
eres luz de luna, voz de quimeras, cuento encantado, canción de sirena. Tu piel
descubro quitándote el vestido, sostenida de mis hombros el tacto te tiem-bla.
¡Inquieta! labios te recorren y no sabes qué hacer, delirios de ensueño
acontecen, recitales se incendian, deseos agitados van cambiando de estado. En
el pasadizo de unos cuartos gemidos se oyen en notas SOL, LA y SI.
S/T
Quiero hablar de tu mirada, de cómo eclipsas al sol cuando te asomas por
una ventana.