Yachaq grafiti

Yachaq grafiti

jueves, 15 de febrero de 2024

Poemas gatunos

    Tal es la fascinación por los gatos que algunos poetas peruanos contemporáneos les han dedicado certeros versos, incluso sendos libros (v. gr. Winston Orrillo y El libro de Benita). Ciertamente, estos bienes culturales se condicen con una veneración antiquísima del ser humano por estos felinos (antiguo Egipto).

   La relación entre los gatos y los escritores es entrañable y se explica, probablemente, por la autonomía/independencia de aquellos, así como por su misterioso encanto. 


Michelle

 

Estoy sentada sin consuelo

junto a tu camita con manta a cuadros…

Cerca del cojín fucsia,

con que te cubrí un día

en mis afanes maternales;

sentada sin consuelo,

cerca de la puerta donde entraba el sol

en atardeceres inolvidables

Frente al parque que te vio ser…

pero hoy

me acompañan mariposas negras en los hombros

y han hecho un hueco hondo cerca al Nardo

Igual al hueco sin fondo de tu ausencia,

Y en cada esquina de la casa estás

Y de todos los quehaceres que hubo ayer

hoy solo quedan los geranios que cambiarte…

Aquel sábado como otros regresaste,

pero tu cuerpo en vez de lanzarse presuroso

ahora viene frío e inerte…

Un 22 de diciembre llego a mí tu muerte

y en el Nardo del jardín donde estás,

se enterraron también mis esperanzas

como el poema de Vallejo…

Descansas en paz,

pero ya jamás

escucharás los mimos del alma

ni me darás tus besos de minina,

y de madrugada a veces

me parece escucharte.

Me levanto y pienso solo fue un mal sueño…

¿Por quién veré ahora que te fuiste?

Dónde irán ahora mis desvelos…

Me dejas un vacío sin medida

Ahora mi vida

estará un poco más oscura que ayer,

porque un amanecer sabatino se hizo crepúsculo…

Y te fuiste sin despedirte

Vuelve pronto, ¿ya?

Junto a tu cojín fucsia

Te sigue esperando mamá.

 

Haydee Córdova Parra



Mi gato

 

Tiene ojos de sueño

esbeltez de sombra

mi gato refleja

en la ventana

su figura mefistofélica

ágil salta al ocio

se tiende en el mueble

medita su condición

de animal antiguo

que ha perdido su divinidad

mi gato ronronea

su pensamiento

sus orejas se mueven

su cola juega a la serpiente

Mi gato ojos de ternura

tranquilo tendido al sol

duerme sobre un libro

poemas de sueños

flores de Baudelaire

mi gato poeta

estirando la pata

mi gato es sombra

mi gato sin nombre.

 

 Raúl Jurado Párraga



 Felino

 

Un gato negro se posa al lado   

cual sombra estoica de mi hado

transmuta al vacío escondido

donde me pierdo a veces sin sentido.                                       

Acompaña mi sencilla estadía

con su lomo indómito zigzagueante  

será ese instinto de rebeldía

a la vera del camino incesante. 

 

Oh, felino de apariciones umbrías  

si he de morir moriré del misterio

de nuestra crispada herejía                         

con el silencio de tu vil cautiverio.

 

 Mike Wolff 

 

 La Queta

 

La Queta, la gata, se ha puesto alpargata,

Y anda contorneando su cuerpo ligero;

Maullando, maullando, se alisa el moñero

Para que la miren las otras dos gatas.

 

La Queta, la gata, la gata coqueta,

Ronronea y pule su hocico bullero,

Y en varios ronrones, en canto maullero,

Le hace dúo a coro, un gato maceta.

 

La Queta se ha puesto faldón de baqueta,

Esmirriada observa su talle fiestero,

y lanza un maúllo en son lisonjero,

pidiendo le pongan también su chaqueta.

 

Tiene hambre la Queta, igual que la Cata,

Y también la Teca, hambre mañanero,

Porque no pudieron con tanto aguacero,

Tomar, aunque sea su caspiroleta.

 

De todos los gatos, la Queta con bata,

Aloca a los gatos de todo el alero,

Y se armó un terrible bullón callejero,

un día en que la Queta estuvo calata.

 

A una gata loca que se llama Cleta

y vino de un barrio medio alcahuetero,

le dijo la Queta: "Este barrio es serio,

Así es que te pido que seas discreta".

 

Pero, como vino la gata Anacleta,

que entró de la puerta, por un agujero.

Siendo inescuchable el pregón bullanguero

Les tiró la Magda con una chancleta.

 

A la Queta un gato le da serenata.

Maullando alegre, su canto certero.

Pero dicen que ante tanto maullero.

Lyssetty y mi Grötte: "Ya no den más lata".

 

De noche, la Teca, la Cleta y la Cata

tienen amoríos de marzo a febrero.

Y le dan su fiero abrazo arañero

Marrufo, Runfuño y el gato Chaveta.

 

La vida gatuna nos muestra la Queta,

Que pasa y repasa en un desespero,

De brincos y saltos por despeñaderos.

De techos, pelando a otros gatos, la jeta.

 

La Queta, la gata, se ha puesto alpargatas,

chaqueta y anteojos. Con mucho amanero,

para, entre los gatos, con salsa y salero,

ser ella, la Queta, la más bella gata……

 

 Marco Parra Lizano

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 


 

Diseño por Hada Verde