Yachaq grafiti

Yachaq grafiti

viernes, 7 de enero de 2022

Poesía ultrarreCiente peruana

 

Instante

 

Ondea el agua en medio de sus ecos,

el cielo se camufla vagamente en sus cristales.

Serenidad acuífera, húmeda, translúcida… Eternidad.

Los patos silvestres silenciosos se esconden en sus plumas de grafito

y navegan como balsas en el estanque

sin tinta ni relojes hacia lo indefinido,

hacia lo inexorable.

 

 

Fantasía de invierno

 

El viento sensitivo, helado y silencioso

cual susurro de nubecillas de algodón

va erizando el azul prodigioso

y va apagando los rayos de sol.

 

Un soplo de escarcha va y viene cadencioso

entre suspiro y suspiro, un sueño ideal.

¿Alguien solloza en el cielo brumoso?

No lágrimas, sino perlas de mar.

 

Un beso de cristal se quiebra en mis mejillas,

en mis manos se deshace un copo de paz.

Veo brillar la nívea fantasía

alzo los brazos y me echo a volar.

 

 

Fragancia

 

Aroma…

aroma azul se expande

refleja en la espuma visos quiméricos.

 

El fuego

arrastra su cabellera

en un derroche de tiempo y ocaso.

 

Un soplo de sal

musita estrellas

en el trazo perfecto del horizonte.

 

Espero el mar en los pies

en la desnudez anhelante del alma

a la orilla de la vida misma.

 

Vendrá una ola con su espuma

y soplará en mí sus cristales.

Claridad azul sobre la arena

inmensidad triste y constelada

como mi noche.

 

Pies dibujando universos bajo la niebla

de un verano sin calendario.

Sueños, rostros, pretéritos pasos

soledada noche de intermitentes ilusiones.

 

Margaret Roman Oyanguren (Lima, 1997): Estudió Literatura y Lengua en la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle. Colaboradora de la revista literaria Canto General. Sus poemas aparecen en diversos blogs de poesía como Korriente A, etc. Cultiva las artes marciales y obtuvo el segundo puesto en el concurso de poesía del XIII Congreso Nacional Lingüístico Literario (Ica). Ha publicado el libro Noctámzul (2016).

 

**


Huellas de ilusión

 

En cada mirada,

En cada sonrisa veo una razón para vivir,

Para volver a amar.

 

Una ilusión me atrapó, al verte llegar,

Me conquistó tu alma de niña,

Tu belleza matinal.

 

En cada palabra tuya,

Encuentro la paz de mi ser,

En cada caricia, un motivo para sonreír.

 

Tu figura en un instante se robó mi calma,

Nuestros cuerpos se unieron más

Y la tristeza quedó atrás.

 

En cada poesía mía estás tú,

Aquel recuerdo de tu cariño,

Aquella imagen en mi mente, de tu pasión.

 

Una sencilla ilusión me cambió el sendero,

Me llevó a un bello mundo,

Aquel que vive en mis sueños,

Aquel que le regalaste a mi querer vagabundo.

 

 

 

Hojas del corazón

 

Con una sencilla mirada nació un gran amor

Y con una suave sonrisa te robaste mi corazón.

 

En tus palabras encontré la paz de mi ser,

En tus caricias, saciar el deseo de mi piel.

 

Una bella historia aquella noche se escribió,

Nuestras almas desnudas y esclavas de una pasión.

 

Cada beso tuyo fue como un dulce aliento

Y cada abrazo mío como un fiel consuelo.

 

Las miradas se unieron en un instante de silencio,

Las penas quedaron en el olvido.

 

Fui dueño de tu cuerpo, de tus entrañas,

Y mi compañía, junto a tu cielo, me era extraña.

 

Hojas del corazón caen después de un eterno querer,

Un recuerdo que nunca va a morir,

Que siempre va a volver.

 

 

Anthony Jesús Pretto Mejía (Piura, 1986)



 


                                                    


                                                                           Foto de Renato Pajuelo