Cristian
Oviedo (Lancones, 1987)
Nació en el caserío Orregos, en Lancones, provincia de
Sullana. Es poeta inédito y narrador, ha publicado la novela titulada El
retorno a casa caminando. Actualmente, es conocido como el Caminante, es el
primer peruano en haber desafiado los tres desiertos más grandes de Sudamérica,
caminando en solitario, incluyendo, Atacama.
Todavía puedo quererte un poco más
Espera la noche que todavía puedo
quererte un poco más.
Palpemos el cielo las estrellas y
Todavía el silencio de la madrugada,
Pasaremos los mares, las lluvias, el trueno …
El inframundo.
Los dioses del tiempo, el loco vagabundo silencio
Nos dará repertorio de canciones de esas
Bonitas que te hacen suspirar.
Un día de estos esperamos juntos la tarde
Tan solo para decirle adiós al sol y linda noche a la luna,
Dos locos queriendo secuestrar una gota de lluvia
Y con ella apagar el fuego que nos consume,
Cuando a los ojos nos miramos.
Pero … espera, todavía la noche es un poco tierna …
Tus manos son dos ramitas que seducen mi lado débil,
Yo soy un roble, pero a tu lado soy una hoja frágil
domada por tu risa de diosa, hechizo que llevas a flor de labio.
Espera la noche todavía puedo quererte un poco más.
Cielo
de invierno
Y
de nuevo por las sendas del dolor,
Cargando
a cuestas un sesto rebosando
De
tristeza …
De
nuevo los ayes de la vida, de nuevo esta tarde de la vida.
Que
camina hacia la noche dejando el recuerdo
De
lo que fue y no será jamás.
De
nuevo la soledad, tan gris como el cielo de invierno,
Tan
mala como un holocausto.
De
nuevo la vida de a pocos, tan de prisa, tan veloz, tan rápido …
Tan
rápido.
Ámbar
de atardecer
Mirando
al horizonte ámbar de atardecer, que cabalga de prisa
Asia
la Antártida noche, he palpado tus ojos aún con esa frescura angelical
Mirándome
de a pocos con la última luz del día, el día de mi partida
¡¡¡Engañando
al corazón!!!
Mis
líneas son estelas de amor, que te llegan sin saber y yo sabiendo
Tan
seguro, tan de ánimo, tan de amor.
¡Mírame!,
me pondré la camisa donde impregnaste el labial rojo de tus besos
Y
me dormiré mientras la brisa fría me arrulla con esa balada que aún no han
escuchado.
¡¡Amor!!
tú y ese lunar son la lluvia de una rosa sin espinas
que
yo sembré para ti; camino por la tarde aprisa me tomo el té; el té.
mastico
sus recuerdos ya me sabe tan lloroso que envío al cielo
esperando
toque tu corazón; te extraño y suspiro en mi cama
los
vidrios se mojan y se rompe mi silencio, en alguna queja
¡qué
frío! y de nuevo digo qué frío… frío
y
sin saber hay un frío más horrendo que congela mi alma
en
bloque tristes que piden con deseo capitular.
la
tarde invernal de mi alma es como un holocausto donde mueren mis alegrías,
todos
los días y reviven tristezas que solo tu voz en mis sueños puede alegrar.
Anthony Gonzales (Castilla, Piura, 1999)
Es
ganador de la Beca Vocación de Maestro, impulsada por Pronabec. Licenciado en
Ciencias de la Educación, en la especialidad de Lengua y literatura por la
Universidad de Piura (UDEP) ocupando el primer puesto. Escribió “Guía
Cuadrúpeda”, un cuento publicado en la revista digital Ataraxia, Letra
Azul. Primer puesto en el concurso internacional Nuestro ilustre personaje
Carlos Augusto Salaverry, en la categoría de escritor emergente (2023), con el
cuento “La niña de las rosas”.
El niño duerme
En una noche de amor y locura
una madre besa a su niño con ternura,
ella le canta a su hijo, su
esperanza,
canciones de honor y de alabanza.
El niño duerme en flores de retama
y la madre ve en él un mejor mañana,
el niño duerme en nubes de libertad,
la madre lo contempla con amor y santidad.
El niño duerme en paz, el niño duerme,
pero gritos en la calle anuncian caos y muerte
y el niño duerme.
Malhechores entran a la casa, saquear quieren,
y el niño duerme.
Los ladrones suben, fuego encienden,
y el niño duerme.
La madre lucha, lo protege como puede…
y el niño duerme.
La madre es violentada, destruida y
deshonrada,
y el niño duerme,
con dolor la madre sonríe y una lágrima se
derrama,
su esperanza está a salvo, duerme en calma,
y cuando despierte, crezca y sea fuerte
le dará a su madre la gloria que se merece,
la esperanza de la madre patria está viva,
pero aún duerme.
Arriba
Sé lo que te dicen y dirán:
“no lo intentes, déjalo ya”,
“nunca tendrás oportunidad”,
“no existe un feliz final”.
Sé que de impotencia quieres
llorar,
sé que quieres cambiar tu
realidad,
sé que te sientes ave de corral
tienes alas y no puedes volar.
sé que tu salario no alcanza
y tienes una familia que alimentar,
sé que la enfermedad te
desgasta,
sé que ya no quieres luchar.
Pero, si has podido todo esto
aguantar
¿por qué parar tu labor
colosal?,
¿no es mejor de pie gritar:
“con honor hasta el final”?
¿Qué te pasa, compañero?
¿has olvidado que eres de acero?
¿que eres heredero de un imperio
que se liberó del cautiverio?
La sangre de los mártires
peruanos
claman desde el campo de batalla
“no te rindas, por favor hermano
sigue avanzando como José Olaya
o como Grau con honor da la
cara,
nunca te rindas como el inca de
Oxapampa
pues el deber es la lucha, lo
dijo Palma,
así que grita con toda la fuerza
de tu alma:
¡Hasta gastar la última bala!”
Pueblo mío tú eres de acero
¡sacúdete, levántate del suelo!
Sí pudiste una vez, podrás de
nuevo…
¡Perú, verás renacer tu imperio!
¿Por qué?
¿Por
qué?... ¿por qué siento
que
mi alma tiembla cuando te veo?
¿Por
qué sonrío y sueño
con
tus ojos y tus besos?
¿Por
qué suspiro y me elevo
en
el firmamento de tu cabello?
¿Por
qué mi sangre hierve y muero?
¿Por
qué eres madera y yo fuego?
¿Por
qué eres nube y yo viento?
¿Por
qué me lastimaste en invierno?
¿Por
qué el eterno cielo
vomita
ante mis ojos un ángel negro?
No
lo entiendo, no lo entiendo…
¿Por
qué vienes en el verano de enero?
No
lo entiendo, no lo entiendo…
¿Por
qué a pesar de todo aún te quiero?
Jenny Vallejo
Es
docente de Ciencia y Tecnología, nivel secundario. Máster universitario en
estrategias tecnológicas para la enseñanza intercultural. Escritora de cuentos
para niños, novelas juveniles como El duende de Orrochy y La ninfa
del Gran Algarrobo, además es autora del poemario Soy una capullana,
poemas y microrrelatos. Sus obras han sido presentadas en la ciudad
germana Karlsruhe, en el estado federal de Baden Wurttemberg.
Actualmente,
es coordinadora Regional, tutora virtual y asistente tecnológica del Ministerio
de Educación. Por otro lado, fue miembro del Patronato Cultural Sullana y de la
Asociación Casa de la Cultura de Sullana. Participante de los talleres de escritura
creativa: Dédalo y su Laberinto, El Desafío de Narrar y Técnicas Narrativas.
Si yo fuera un
ave
Si yo fuera un ave,
extendería mis alas y surcaría los cielos.
Volaría tan alto como mis sueños.
¡Sería libre!
Cabalgaría sobre el viento,
me empolvaría el rostro con ayuda de las nubes.
Volaría tan alto como mis sueños.
Mil piares cantaría y,
a pesar de grises días con aguaceros incansables,
mi canto no callaría.
El sol que mis alas calienta siempre amaría,
un chapuzón en un libre río disfrutaría,
mientras, mirando al cielo,
buscaría la verdadera sonrisa del amor.
Me ocultaría en altos árboles y en grandes montañas.
Viajaría, muy de mañana, en medio de verdes campos de clorofila
solo para empapar mi rostro de fresco rocío.
Volaría tan alto como mis sueños.
Al final de mis días de relajante vuelo,
uniría mi ser a la atesorada tierra que desfallece
para contribuir con ella y nutrirla.
Si yo fuera un ave,
volaría tan alto como mis sueños.
Muñeca rota
A Cielo Bardales
Espetaba el gentío que estabas rota,
que te habías quebrado y quizás
que de la faz de la tierra te habías marchado.
Hoy te vi, y ni rastro de tu quebranto.
Me contaste que, rota,
sí estuviste de los huesos
de tu alma; pero, luego, luego llegó la calma.
Como tú, muñeca rota, conociste más muñecas que te ayudaron
a entender que por más roto que esté el ser,
siempre existe un nuevo amanecer.
Me dijeron que estabas rota,
que te habías quebrado.
Hoy te vi, te vi entera, como toda una guerrera.
Mujer noble, capullana, que nunca se amilana.
Me dijeron que estabas rota,
que te habías quebrado,
pero no, no fue así,
porque sólida, como el acero,
en el dolor, te has forjado.
Enredando flores
Seres de humo penetran
silenciosos, en momentos
oportunos, se adentran, cual
fantasmas, en el mundo de
las flores, robando su
pureza, robando sus
colores, cual maraña
trepadora, te embaucan,
te enamoran.
Sueños que se esfuman,
pesadillas que abruman.
Mundos que eran rosa,
vuelan cual mariposa.
Enredando flores están
los embaucadores.
Huye niña fresa, no te
conviertas en su presa.
Enredando flores están
los embaucadores.
Fernando Casanova
Nació en Piura en 1981. Estudió Derecho
y Literatura. Perteneció al grupo los Poetas del Asfalto. Sus poemas aparecen
en Ausente ardor de arena y algarrobos. Antología de la poesía piurana
contemporánea.
S/T
Solo el cangrejo recibe en sus gotas el choque de la oscura ola sobre la
piedra
unas cuadras arriba, en Negritos, todo duerme
Nadie oye, nadie podría oír al cangrejo refugiándose de la ciega
marea, en el musgo
bajo un poste, una habitación celeste, alguien tose un cáncer dormido
Entre las peñas lo hace mover al cangrejo la señal del faro, duda,
quizá, que esa luz no es la del sol
inundan los techos overoles goteantes que pasado usarán los hombres
camino a las plantas
Sabe que acabará la noche/ sabe que vendrán a husmear su piedra las
gaviotas/ sabe medir el tiempo en el agua azotando
es el sol, y los niños y las almas corren a encender los motores que
sellan conservas, que envasan los días, que etiquetan sin pausa el sueño de
cada uno
Es el Xol, ve asomar al caracol, baja, cuida no exponerse al pelícano,
atenaza, come, el agua otra vez, y vive.
S/T
Elevados en la chicha sujetos por las siete
cucharas al plato
Por el camote de playa y el choclo caramelo
tallán
La tierra nos deja sonreír nos deja mirarnos
No hay Grecia no hay olimpos occidente
Bernal la Arena Sechura Matacaballo nos define
Mírales bien la piel en sol mayor a mis paisas
Sus ojos a los niños como agüita de manguera
Cautivito bendice la toquilla este rompope
Mi santísima trinidad kachema, kabrilla,
kaballa.
**
Ellos treparon la pared de ladrillos
Caminamos con cuidado sobre la
calamina
Casi las 6 y el matarife amarraba al
toro
Lo sujetaba del cuello a un poste de
fierro
Acostados en silencio miramos el
cálculo
Se colocaba la estaca con cuidado
Debía darse solo un martillazo
Uno y certero acabaría con esa vida
Yo tenía 6 años cuando el sacrificio
El toro arrodillado y rápidamente una
daga
Se abría el cuello y se juntaban los
baldes
Para llenarlos con tan espesa sangre
Tres diestros cortaban y pelaban
Todo era luego una redonda masa blanca
El cuerpo trozado sobre la mesa
Y allí venía un segundo animal
Bajé corriendo y a casa
En la noche se movía mi labio inferior
En la cama intentaba dibujar
Con mi dedo la forma del toro
Y forzaba mi sueño queriendo olvidar
Luego ha continuado la vida
Y siempre tengo 6 años
Y ese día, en todas las fotos
Anthony Pretto (Piura, 1986)
Sus poemas aparecen en la
antología Palabras sin fronteras, fronteras sin palabras, de la
Editorial de la Universidad Ricardo Palma- Lima (setiembre, 2021 y en el
poemario Lo que quiero es que imaginemos un paisaje de acuarelas. Poetas peruanos
nacidos entre 1990-2005 (Ergo Editores, 2023).
La buena
amistad
A veces es compartir dichas, a veces tristezas,
Son momentos de entrar al alma del otro, de
entender su corazón,
De comprender su forma de pensar, de vivir.
La buena amistad es caminar por lugares nuevos,
es descubrir la oscuridad.
A veces es motivo para reír, a veces hay
razones para llorar,
Es un vínculo tan humano, que nace sin querer,
que se forma con el tiempo;
Es escribir en la piel del otro, es dejar
huella en su mundo,
Es cuidar la paz del que te sigue, es tener
lágrimas cuando el otro sufre,
Es sonreír cuando hay esperanza, cuando florece
una nueva ilusión;
Es sentirse bien al lado del otro, es escuchar
sus miedos, sus sueños,
Es caminar con el mismo destino, es callar
cuando el otro habla.
La buena amistad es conocer el dolor y también
la felicidad,
Es saber perdonar, es ser leal en momentos
difíciles, en épocas amargas;
Es estar juntos, por un gran ideal, unidos por
un solo final,
La buena amistad debe ser duradera, no solo un
instante fugaz
De desenfreno y placer, entre dos almas tan
diferentes.
Amanecer
Amanecer es recorrer tu ser,
Es robarme el aroma de tu piel;
Es cada minuto de mi existencia,
Descansar en tu alma, es caminar por tu
sendero;
Amanecer es regalarte mi tiempo por siempre,
Mi despertar hacer vivir a tu cielo, a tu
belleza natural;
Es cada noche tener tu figura en mi mente,
Es soñar que eres mi hermoso presente;
Amanecer es ser dueño de tus penas, de tus
alegrías,
Es volver recuerdo las melancolías,
Es escribirte poesías, mi musa fiel;
Es juntar los cuerpos en este mundo cruel,
Y que seas mi dios, que me cuides desde lejos,
Mi ángel, que hace que olvide los amargos
momentos del ayer.
Homenaje a Marco Parra, 11 de agosto 2023, Alianza Francesa (Piura).